Para elegir qué champú es más adecuado para tu cabello, es necesario conocer cómo es tu cuero cabelludo, aquí os dejamos resumido a grandes rasgos como es cada uno de ellos para que os sirva como guía: - Cabello seco: No produce la cantidad de sebo suficiente para mantener bien el cabello. Esto provoca que se quiebre, requiriendo así productos especiales para su cuidado. - Cabello normal: Produce una cantidad de sebo normal, lo que le aporta brillo, resistencia y fuerza. - Cabello mixto: Cabello entre dos aguas, no es ni grueso ni seco en su totalidad. Se distingue en cabello graso por que las puntas se muestran resecas. - Cabello graso: Su producción de sebo es superior a la deseada. Tiene que lavarse con frecuencia. Se muestra con aspecto achatado, brillante y sin volumen.
A continuación os explicamos en qué se diferencian los distintos tipos de cabello:
Cabello enroscado: Se trata de un cabello muy rizado. Suele ser áspero, frágil y se enrolla con gran facilidad. Se caracteriza por tener muchos pelos apelmazados. Tiende a dañarse fácilmente en un mal proceso de lavado, peinado, alisado.
Cabello rizado: En forma de una S, sus rizos son elásticos y bien definidos. Se peina y se alisa con suma facilidad. La textura es suave y fina, no obstante, a simple vista parece de textura gruesa.
Cabello ondulado: También con forma de S a lo largo del pelo. Su forma se mantiene desde el cuero cabelludo hasta las puntas.
Cabello lacio: Sin ondulaciones. Puede ser tanto seco como graso, fino o grueso. No se resecan fácilmente al lavarse repetidamente, y siempre requiere de productos que lo humedezcan.
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