Con la exfoliación, retiramos las células que se hayan podido desprender de la piel, haciendo que así luzca más uniforme, brillante, luminosa y bonita. Es un proceso que puede resultar un tanto agresivo en una piel dañada, es por eso que nunca se realizará en una piel irritada, con quemaduras solares ni con heridas. Existen exfoliantes que solo se pueden utilizar en áreas concretas del cuerpo con especial sequedad, como los talones y los codos. Si se usaran en otras zonas corporales podrían resecar con exceso estas partes.
Tipos de exfoliantes y tipos de piel en las que poder utilizarlos:
Exfoliantes mecánicos: Son aquellos exfoliantes que funcionan a través del arrastre con partículas, para arrastrar aquellas impurezas o células muestras y retirarlas a través de la fricción.
Exfoliantes mecánicos naturales: Son exfoliantes exactamente iguales que los mecánicos, a diferencia que los gránulos que tienen de arrastre son de origen natural, éstos suelen tener bases de avena, camomila, etc. para obtener una exfoliación más suave en pieles sensibles.
Loción exfoliante: En el caso de las lociones exfoliantes, son textura líquida, de uso diario, que según tolerancia se pueden aplicar hasta 2 veces al día, cada vez, son más habituales verlos en las rutinas de la limpieza, ya que con el uso de ellos, podemos espaciar los exfoliantes semanales e ir haciendo una limpieza de poros y textura en la piel de manera diaria.
También existen cremas que contienen activos que realizan una micro exfoliación, eliminando las células muertas que se han desprendido de las capas más externas de la piel. Estos activos se pueden utilizar con mayor o menor frecuencia según la concentración del activo que contengan y la tolerabilidad de cada tipo de piel
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