Las pieles con rojeces, suelen ser sensibles e intolerantes. El aspecto de las pieles con rojeces es fino, con tacto rugoso y en ocasiones con descamación. Normalmente necesitan calmar la sensación de ardor, tirantez incluso en algunos casos se acompañan de picor. Las texturas más apropiadas son los serums, las cremas/emulsiones y los geles/cremas. En el caso de desmaquillantes, siempre gustan más las soluciones acuosas o con texturas en aceites para aportar hidratación desde la limpieza sin deshidratar. Éste tipo de piel no suele broncearse con facilidad, y suelen aparecerles eritemas cuando se exponen al sol. Suelen ser más reactivas, con lo que con algunos geles y cremas con perfumes, pueden tolerarlo de manera negativa. Los activos principales para poder tratar pieles con rojeces y que además gustan mucho son: los factores de crecimiento, ácido hialurónico, combinación botánica de extractos pepino, tomillo y otros que aportan acciones calmantes y que ayudan a purificar la piel. Todos los activos empleados en éste tipo de piel, nos tienen que aportar hidratación, calmar la piel reactiva y ayudar a prevenir las manchas inflamatorias. En las pieles con rojeces, más que nunca, tenemos que ayudar a fortalecer la barrera protectora de la piel, calmando la sensación de irritación y reduciendo el aspecto enrojecido.
Diferentes tipos de pieles con rojeces:
- Pieles con rojeces por ser intolerantes: Son aquellas pieles que a priori no tienen rojeces, pero cuando son expuestas o un poco agredidas, reaccionan y aparece una reacción. Se puede localizar en el rostros incluyendo el cuello y el escote. Con los cambios medioambientales como son el frio, viento... y a cambios drásticos de algunos cosméticos con activos no apropiados para éste tipo de piel.
- Pieles con rojeces permanentes: En éste caso, podemos encontrarnos diferentes tipos de rojeces, las más frecuentes nos las encontramos en las mejillas y la nariz. Sin embargo, no podemos olvidar las arañas vaculares, la cuperosis y la rosácea. También encontraremos que los cambios medioambientales cómo el frío o el viento, lo empeorará, la ingesta de alimentos picantes, la ingesta de bebidas alcoholicas e incluso los factores emocionales, serán factores que se verán acentuados por enrojecimiento del rostro, sensación de ardor en la piel, inflamación cutánea sin necesidad de tener picor ni irritación.
- Pieles con rojeces por deshidratación: En éste caso, la solución es mucho más rápida y mejora rápido. Nos encontramos con una piel mate, sin luminosidad, arrugas finas o profundas pero sobre todo con un tacto áspero, muy rugosos y el tono de la rojez un tanto irregular, en éste tipo de piel, en cuanto le ponemos una rutina facial apropiada, cambia considerablemente. Y los valores de hidratación y elasticidad mejoran.
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